martes, 19 de marzo de 2024

EL ENVEJECIMIENTO

 ¿ Que es el envejecimiento?

¿ Que podemos hacer para retrasarlo?

¿Cómo podemos reducirlo?

 

1.      ¿Qué es el envejecimiento?

El envejecimiento es un proceso natural que todos experimentamos. Con el tiempo, nuestras células pierden la capacidad de funcionar de la misma manera que cuando somos jóvenes, lo que se traduce en diversos cambios en nuestro cuerpo y, notablemente, en nuestro cutis.

Este proceso es influenciado tanto por factores genéticos como por factores ambientales y del estilo de vida.

Las arrugas y las líneas finas son solo la punta del iceberg cuando se trata de envejecimiento. Debajo de la superficie, nuestro cutis experimenta una disminución en la producción de colágeno y elastina, dos proteínas que ayudan a mantener la piel firme y elástica.

Además, la capacidad de la piel para retener humedad disminuye, lo que puede llevar a una apariencia seca y más propensa a las arrugas.

Los factores ambientales, como la exposición al sol y la contaminación, también juegan un papel importante en el envejecimiento cutáneo. Estos pueden generar radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar nuestras células y acelerar el proceso de envejecimiento.

 

2.      ¿Qué podemos hacer para retrasarlo?

 

Protección solar: Los rayos ultravioleta del sol son una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Por eso, es crucial proteger tu rostro todos los días, incluso cuando está nublado. Opta por un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 y asegúrate de aplicarlo en todas las áreas expuestas.

Hidratación: Mantener tu cutis hidratado puede ayudar a prevenir la sequedad y a mantener la elasticidad, lo que puede minimizar la aparición de líneas finas y arrugas. Busca productos hidratantes con ingredientes naturales que sean suaves para tu piel. Un ejemplo es el aceite de diente de león.

Limpieza: Mantén tu rostro limpio eliminando suavemente el maquillaje y las impurezas diariamente. Pero recuerda, la limpieza no debe ser agresiva. Elige limpiadores suaves que no despojen a tu cutis de sus aceites naturales.

Exfoliación: La exfoliación regular puede ayudar a eliminar las células muertas de la superficie de tu tez, lo que puede dar lugar a una piel más suave y brillante. Sin embargo, es importante no exfoliar en exceso, ya que esto puede irritar y dañar el cutis.

Ingredientes antienvejecimiento: Incorpora productos con ingredientes que se sabe que ayudan a combatir los signos del envejecimiento, como el retinol, la vitamina C y los péptidos. Encontrarás buenas cremas antiedad en esta lista.

 

Alimentación:

 Alimentos ricos en antioxidantes: Los antioxidantes son compuestos que pueden ayudar a neutralizar los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo en nuestras células. Frutas y verduras coloridas, como las bayas, los cítricos, los pimientos y las espinacas, son excelentes fuentes de antioxidantes.

 

Alimentos ricos en ácidos grasos omega 3: Estos ácidos grasos esenciales son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a mantener la salud de tu cutis. Los puedes encontrar en alimentos como el salmón, las nueces y las semillas de lino.

 

Alimentos ricos en agua: Mantenerse hidratado es vital para la salud de la piel, y consumir alimentos ricos en agua puede ayudarte a lograrlo. Frutas y verduras como el pepino, la sandía y las fresas pueden contribuir a tu hidratación diaria.

 

Proteínas de alta calidad: Las proteínas son esenciales para la producción de colágeno y elastina, que son vitales para la salud de la piel. Incluye en tu dieta fuentes de proteínas de alta calidad, como el pollo, el pescado, los huevos y las legumbres.

 

Alimentos ricos en vitamina C: Esta vitamina no solo es un poderoso antioxidante, sino que también es vital para la producción de colágeno. Los cítricos, los kiwis y las fresas son excelentes fuentes de vitamina C.

 

 

Recuerda, cada persona es única, y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Es importante escuchar a tu cuerpo y encontrar una rutina que funcione para ti. 

 

 

3.      ¿Cómo podemos reducirlo?

 

Hidrata y protege tu piel:

Gracias a las cremas hidratantes y contra la exposición solar, puedes prevenir la aparición de arrugas y otros signos asociados al envejecimiento cutáneo. Y más importante aún: los protectores solares reducen el riesgo de cáncer de piel.

Medita:

Actividades como el yoga o la meditación ayudan a mantener a raya el proceso de envejecimiento.

Come de forma sana:

Mantener una dieta nutritiva te ayudará a mantenerte sano y activo por más tiempo. La mejor forma de contribuir a tener una buena reserva de vitaminas en el cuerpo es apostarlo todo por las frutas y verduras.

Bebe más agua:

A medida que avanza el proceso de envejecimiento, la sensación de sed disminuye, por lo que es posible que tengas que hacer un esfuerzo más grande a la hora de hidratarte. El agua es necesaria para que el cuerpo realice todas sus funciones vitales, desde el bombeo de sangre por todos los conductos sanguíneos del corazón a la lubricación de las articulaciones.

 

 



           10 consejos para tener un envejecimiento saludable

 

Aliméntate bien. Una dieta variada y equilibrada es fundamental. Las frutas y las verduras son nuestros mejores aliados. Por el contrario los alimentos grasos y el azúcar, deben tomarse con moderación.

Cuida de tu cuerpo. Hacerse chequeos médicos periódicos es importante para un mantenimiento óptimo de la salud, como también para poder detectar a tiempo posibles irregularidades.

Cuida de tu mente. Sé activo mentalmente, evita en la mayor medida posible situaciones de estrés, o en todo caso aprende a controlarlas. Ten una actitud positiva y optimista frente a la vida.

Evita riesgos. El tabaco y el consumo abusivo de alcohol claramente no juegan a tu favor, reduce su consumo o elimínalo completamente.

Sigue aprendiendo. No pierdas nunca la curiosidad. Lee libros o revistas, participar en debates o incluso puedes aprender a utilizar internet o iniciarte en las redes sociales.

Ejercicio físico. Realizar actividad física de forma moderada y de manera constante favorecerá nuestra movilidad a largo plazo. Los paseos diarios son una de las mejores actividades, siempre respetando la capacidad de cada uno.

Cuidar la casa y adaptarla. De la misma manera que realizamos cambios en casa con la llegada de un bebé, con la llegada de la vejez también podemos realizar pequeños cambios en casa. Cambiar la bañera por un plato de ducha o adaptar las alturas de electrodomésticos como la lavadora puede prevenir lesiones musculares por malas posturas.

Relacionarse. Salir de casa, relacionarse, informarse, conocer cosas y personas nuevas ampliará nuestro círculo social. Visitar museos, ir al teatro o salir a cenar te ayudará a tener una actitud positiva y a tener aspiraciones.

Aceptar y disfrutar del puesto que se ocupa en la familia. Si tus hijos ya son mayores o estás jubilado, aprovéchalo. Ya no tienes que estar pendiente de todo, disfruta de este merecido descanso y aprovecha para hacer esa cosa que siempre has querido hacer.

Aceptar el envejecimiento y disfrutarlo. Sé realista, ya no tienes 20 años, pero esto no significa que no puedas disfrutar. La vejez es un escalón más en la vida donde la experiencia y la sabiduría afloran, acepta este nuevo rol e intenta sacarle el máximo partido.

  

 

                                                                                                                               AITANA ASENSIO GARCÍA

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