Los trastornos alimenticios son alteraciones psicológicas que presentan cambios en la conducta alimenticia, pudiendo provocar problemas de salud. Son la 3ª enfermedad crónica más común en adolescentes.
Están causados por:
- Problemas psicológicos y emocionales por baja autoestima.
- Biológicos o genéticos.
- Sociedad y modas.
- Deportes como el ballet o patinaje artístico que inciden a la delgadez.
Los más comunes son:
- ANOREXIA NERVIOSA: Se trata de un trastorno que se caracteriza por la pérdida excesiva de peso, teniendo en cuenta lo considerado normal, un miedo intenso a ganar peso o llegar a la obesidad y, en algunos casos, alteraciones en la percepción objetiva del cuerpo. "ESTAR DELGADA NO ES LA MODA"
BULIMIA NERVIOSA: Las personas con este trastorno ingieren grandes cantidades de comida en poco tiempo, algo que se conoce como "atracón", teniendo la sensación de que no pueden controlarlo, como consecuencia desarrollan conductas compensatorias que buscan minimizar la ganancia de peso como, por ejemplo, provocarse el vómito. "NO LO ECHES TODO POR LA BORDA"
Como ya habíamos comentado anteriormente, estos trastornos son más frecuentes en adolescentes. Para evitar su aparición, los padres deben ser quienes nos guíen y nos aconsejen con las siguientes pautas:
1. Educar y fomentar la alimentación saludable dando ejemplo.
2. Promover la actividad física moderada, que involucre a socializar.
3. Favorecer la construcción de una autoestima adecuada.
4. Evitar dar mucha importancia al peso y la figura.
5. Informar a los hijos que las dietas sin supervisión profesional pueden ser contraproducentes, provocando efecto rebote.
6. Si se ven cambios preocupantes en la figura de nuestros hijos/as, acudir al médico especializado.
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