Diariamente utilizamos dispositivos electrónicos, como el móvil, el ordenador, la televisión, etc. Todos sabemos que el tiempo prolongado enfrente de las pantallas puede afectar a la vista, todos hemos sentido sequedad y molestias en los ojos debido a una exposición prolongada, pero... ¿alguna vez has pensado que puedes estar dañando tu piel a causa de la luz azul?
La luz azul también produce daños en la piel que no se ven a corto
plazo. No te preocupes porque te voy a explicar todo lo que debes saber para cuidar
y proteger tu piel de la luz azul.
¿Cómo
afecta a nuestra piel?
La luz azul es capaz de
penetrar en la piel, lo que provoca daños en las capas de la piel incluso en
las más profundas.
Estas con algunas de las
consecuencias que puede provocar en nuestra piel:
1. Deshidratación cutánea:
Esto produce que nuestra piel
sufra una disminución de la capacidad de retener el agua, favoreciendo así un
envejecimiento cutáneo prematuro.
2. Arrugas cutáneas:
La exposición continua a la
luz azul, tiene como consecuencia un aumento de radicales libres, los cuales
deterioran las fibras de colágeno y de elastina, causando una falta de firmeza
y de producción de arrugas. Haciendo que tu piel se vea mucho más envejecida.
3. Manchas cutáneas:
El aumento de radicales
libres aumenta la actividad de los melanocitos para producir una mayor cantidad
de melanina para proteger la piel de forma natural. Este proceso, puede
producir hiperpigmentaciones en la piel, que son manchas más oscuras que
aparecen en nuestra piel como consecuencia de una producción mayor de melanina
sobre una zona de la piel.
Las personas con más riesgo
de tener hiperpigmentaciones son las mujeres embarazadas debido a los cambios
hormonales y a las personas con fototipo alto, que son aquellas que tienen la
piel más oscura, debido a que su piel tiende a producir más cantidad de melanina.
Cuando dormimos por la
noche nuestra piel se regenera, por lo cual la luz azul empeora la reparación
del daño celular y la síntesis de componentes esenciales para mantener la piel
sana, como el ácido hialurónico, los lípidos y las ceramidas.
En consecuencia la función
barrera se ve afectada, y la piel se deshidrata. Esto favorece la sensibilidad,
las rojeces y reacciones inflamatorias como la rosácea o el acné.
Ahora que ya sabes que la luz
azul principalmente se encuentra en las pantallas y en el sol, te estarás
preguntando cómo proteger tu piel, y no, no es encerrarte en tu casa para no
exponerte al sol ni deshacerte de todos tus dispositivos electrónicos.
A continuación os explico
algunos consejos para proteger la piel de la luz azul:
1. Protección solar con filtro de luz visible:
Gracias a los estudios sobre
el daño de la luz azul sobre nuestra piel y los constantes avances cosméticos,
muchas marcas de protectores solares han incorporado en su formulación filtros
de luz visible, los cuales filtran la luz azul.
Tenemos que ser conscientes
que ningún protector solar es capaz de conseguir que los rayos del sol no
penetren en la piel, pero sí son capaces de reducir bastante su penetración.
2. Distancia respecto a las pantallas:
Hay que alejarnos de las
pantallas lo máximo que podamos, puesto que cuanto más cerca estemos de la
pantalla la luz azul entrará más directamente que si dejamos distancia.
Esto no quiere decir que la
pantalla de la televisión, que suele estar más separada de nosotros, no nos
llegue la luz azul, solo que al haber mayor distancia no nos llega
directamente.
3. Disminuir el tiempo que pasamos frente a las
pantallas:
Es evidente que a día de hoy
con todos los avances electrónicos, es casi imposible no utilizar los
dispositivos electrónicos, ya sea por el trabajo, por los estudios, por ocio...
Pero lo que sí podemos hacer es reducir el tiempo que pasamos delante de ellos,
debido a que cuanto menos tiempo pasemos delante de las pantallas, menor tiempo
estamos expuestos a la luz azul.
4. Incluir ácido hialurónico en tu rutina de belleza:
Puede parecer una tontería
que aplicarnos ácido hialurónico nos proteja de la luz azul, ya que no nos
protege directamente de la luz azul, pero aunque no tenga esa función, nos
protege de los efectos dañinos que causa, ayudándonos con la producción de
colágeno y disminuyendo la aparición de arrugas y líneas de expresión del
rostro, ayuda a la renovación celular, aporta hidratación y mantiene la
hidratación en la piel.
Debido a que entre las
propiedades más importantes del ácido hialurónico, destaca su capacidad para
atraer y retener el agua, lo que hace que la piel se mantenga protegida y
renovada.
Ahora que sabéis qué es la
luz azul, los efectos que tiene en nuestra piel y cómo prevenirlo, lo único que
queda es que lo pongáis en práctica y así poder evitar el envejecimiento
cutáneo prematuro y cuidar vuestra piel.
●
SEGLE
Artículo elaborado por Claudia Garcia Alcalde. Alumna de 1º GM Estética y Belleza.
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